Michael Silva actor de teatro, cine y televisión, cuyos personajes son íconos en la memoria colectiva de Chile, con varias nominaciones al premio Caleuche, con gran resonancia en el festival de cine de Venecia con la película “El cristo ciego” y hoy con mucho éxito en la teleserie nocturna de Mega con su personaje “El negro”, a pesar de este currículum le escribí pidiéndole una sesión en vivo por Instagram y de ese modo juntar al actor con el escritor, lo cual, aceptó sin ninguna condición. Este encuentro surgió como cuando el agua llega a la orilla y luego se recoge con gran naturalidad, no había pauta o estructura para esta conversación. Es así como el 30 de mayo a las 19:30 horas se prendieron las luces y comenzó el diálogo (puedes revisarlo en mi Instagram @vladimirpasten). Como buen actor, él comenzó la entrevista para mí, y claro no me lo esperaba. Entender la personalidad de un actor de esa magnitud me pareció muy interesante debido a tanta convicción en cada una de sus palabras que su cuerpo transmite confianza, emoción y poder sin mucho esfuerzo, al escucharlo, pienso que cuando el actor comienza a construir un personaje desde la nada para darle vida y ser creíble, es como comenzar a escribir un libro, sentarse frente al computador y permitir que la idea se convierta en imagen, en ambos casos debe primar la concentración, disciplina, y permitir que aquello que se está construyendo o creando surja sin restricciones y naturalidad.
La vida del actor y del escritor caminan en una línea delgada con las emociones y realidades vividas mientras las luces están apagadas, y es ahí donde la naturaleza del ser sale en su esencia, sin embargo, el público del actor frente a una pantalla o escenario o en el caso del escritor en la lectura de las páginas de su libro van definiendo y caracterizando al personaje en un mundo que en ocasiones es anestésico.
El actor y el escritor pertenecen según mi opinión a dos géneros culturales, pero sigue siendo arte, un arte que se envuelve en la búsqueda de las emociones y credibilidad. Personajes, historias, relatos, escenarios, países, lugares, luces, diálogos, pensamientos, etc. Cada uno aportando a que la historia se encuentre contigo.
En las explosiones de la vida muchas veces el actor y el escritor deben sólo esperar que la historia avance.