El día 26 de junio 2023 participé en la Media Marathon de Vancouver Canadá, esta era mi segunda vez en Vancouver, y descubrí lugares maravillosos e increíbles no vistos antes, al correr en este tipo de eventos te permite ver a través de sus calles lugares que jamás hubiera imaginado que existieran, nuevamente me presenté con poco entrenamiento pero con las ganas de participar, mi motivación es mi hermana Camila Andrea de 30 años, con Síndrome de Down, y el representar a la Fundación NeuroIsaf.
El poder correr y sentir que estos niños son los que te motivan a que no hay nada imposible, que no hay límites ni restricciones, existieron momentos que la falta de preparación me tomo la cuenta, y era en ese instante donde aparecía mi hermana en mi mente, además, recordé una película española de nombre “100 metros” y esas bellas motivaciones se convirtió en mi objetivo de avanzar cada 100 metros hasta el final. Para muchos la distancia de 100 metros es insignificante o no tiene sentido o mucho menos lo notan, pero para quienes la distancia o los pasos más mínimos de avance son un esfuerzo o una eternidad, estos 100 metros se convierten en grandes logros.
Las personas sólo cuando no pueden avanzar 100 metros por algún problema físico o enfermedad le dan el sentido o valor a esta distancia, pero aquellos que no padecen de nada, los 100 metros no los ven, no los visualizan, no los sienten, simplemente no existen en su caminar.
Volviendo a la Media Maratón, al igual que en las otras competencias de RUN que he participado en distintos países, no me deja de sorprender el gran entusiasmo y sacrificio que muestran los adultos mayores, la alegría de competir, y muchas veces dejándome atrás, jajaja. Y aquellos que se disfrazan para correr, o buscan sobresalir mientras dura el evento, para que buscar explicación de la razón de participar así, en definitiva lo disfrutan, te contagian visualmente cuando los ves pasar, y nos confirman que no debemos temer de hacer cosas por el qué dirán o por la opinión de otros.
La vida también es esto, disfrutar y celebrar tus 100 metros cada vez que los logres, saber que los avanzas, gozarte el recorrido sin importar la edad que seguro más de una sorpresa te dará, no dejarse llevar por las percepciones y permitir sin perjuicio que cada uno haga y actúe como mejor le parezca.
La transformación de tú vida solo depende de tí.