Soy Vladimir Pastén Silva autor de los libros “El zorro que aprendió a volar” y “Los caminos secretos del zorro que nació de un loto”, soy un intento de escritor, para decir que soy un intento de escritor me baso en que he vivido intensamente sin tenerle miedo a la vida y eso ha dado que tenga historias que contar. Escribí mi primer libro bajo la figura tutelar de un monje que vendió un Ferrari. No tuve maestro académico, intelectual ni literario, pero aun así me convertí en ese aprendiz cuyo dolor tuvo la gracia, la fuerza y fue el combustible junto a la perseverancia de ir cumpliendo todo.
Lograr que mis libros te den un mensaje o te hablen o cambien la vida es una señal que avanzas sin prisa, pero sin pausa a la vez, en este camino de entender que la vida humana es maravillosa, que la armonía está dada entre el amor y la sabiduría, que el más agradecido es el que tiene la oportunidad de dar más que el que recibe, y la importancia de vivir en la impermanencia, es entender que el único permanente es el cambio.
No escribo pensando en el éxito, en el triunfo, en el reconocimiento, en poner el ego en un podio, sino en disfrutar a fondo con la construcción de mis obras que iluminarán y reforzarán en comprender lo maravilloso que es la vida humana. No escribo para aparecer en los periódicos y revistas, si no para entregar lo mejor de mí en un acto de generosidad absoluta a la vida y de amor incondicional a los niños Down o con problemas neurológicos, no espero nada a cambio, pero si llega algún reconocimiento es bienvenido y el no disfrutarlo también sería un exceso de ego.
El dolor de conocer a Camila, mi hermana, con Down y rechazarla, y no poder aceptarla al inicio de su vida fue una de las prueba más grande que me tocó vivir, el aprender que juzgar o llagar a concluir percepciones por lo externo que uno ve o se fija es el mas grande error que cometemos, luego paso el tiempo y por fin pude entender que el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional, que el único responsable de cumplir el sueño es del soñador y para ello uno se vuelve su propio maestro y en su propio enemigo. Hoy mi hermana Camila es mi ángel de carne y hueso.
Luego de transitar en ocasiones por la oscuridad desde que era un niño y joven adolescente con miedos e inseguridades hasta llegar a ser un ejecutivo internacional, viajar por más 56 países, vivir experiencias únicas y maravillosas y levantarme siempre después de cada caída para volver a empezar, puedo definir desde esta vereda que para mí la vida es disfrutar sin rechazo ni apego, de lo que tengo ser agradecido y sentirme satisfecho, entender que la insatisfacción viene del sufrimiento, vivir es el acto de respirar(inhalar y exhalar).
Escribir “El zorro que aprendió a volar” y “Los caminos secretos del zorro que nació de un loto” es transitar en un camino maravilloso de dolor y sufrimiento, de relatos reales, de viajes y experiencias únicas hacia nuestro interior, de caminos infinitos sobre aversiones, venenos, museos y árbol de la vida en las estaciones de la vida, cada uno es responsable de sus errores y de cumplir sus sueños.
Las emociones o el sentimiento nacen de nuestra mente que se encuentra al lado del corazón, cada acto surge del querer demostrarlo y cada sufrimiento de equivocarnos al querer entender que la felicidad depende de nuestro exterior, por eso, el amor propio es el principal amor, desde ahí nacen todos los amores, el no tener amor propio difícilmente podrás compartir o dar amor a los demás.
Con base a lo que te he contado, te ha pasado que te preguntas: ¿He sido algo en la vida?, pero un día te despiertas y te das cuenta, que ha pasado más tiempo de tu vida del que te queda, y quizás piensas en las cosas que no has hecho o lo que no has sido o lo qué tal vez te perdiste en el camino. Y ese día, lo que menos deseas es ser quien has sido casi siempre. ¿y sabes qué? Eso es un error. Recuerda que a donde quieres que vayas hay una sorpresa.
¿Si esto es lo que nos queda, estamos aprovechando la vida?
Te invito a leer mis libros y empápate de ellos que te llevaran a un mundo mágico en el equilibrio entre el amor y la sabiduría, el dolor y el sufrimiento, pero siempre la resiliencia y perseverancia serán el camino al cumplir el sueño.
La vida es un viaje con una oportunidad.